Por: Antonio Romero
Periodista. Odia el reggaeton. Usa el pelo largo
Los últimos años en Venezuela se han caracterizado por algo: crisis. Sea quien sea el responsable, son irrefutables los diversos problemas que atraviesa nuestro país. La inseguridad, la inflación, la escasez, las colas, la política son los temas más sonados en los distintos medios y en la boca de los venezolanos.
Sin embargo me encontré con varias encuestas que señalan a Venezuela como uno de los países más felices del mundo. Me fue difícil creer esto de entrada pero a medida que analizaba el concepto y preguntaba a las personas, entendí que la felicidad del venezolano va más allá de los problemas del país
Nuestro país a pesar de las adversidades se encuentra entre los países más felices del mundo. Según estudios realizados por diferentes organizaciones, los venezolanos vivimos tranquilamente superando el día a día de la crisis con distintas armas. La Organización de las Naciones Unidas publicó en 2014 un estudio donde Venezuela figura en el cuarto puesto entre los países más felices en américa latina (el primero en Suramérica.) También la Gallup encuestadora de Whashington realizó una investigación en el 2013 donde el país ocupa el 2do lugar en América Latina y el Caribe. Asimismo la universidad de Columbia en el 2012 reveló que ocupamos el 19no lugar a nivel mundial.
Definitivamente el momento difícil que vivimos los venezolanos en cuanto a economía, seguridad, salud, parece no afectar nuestro estado de ánimo o solo lo hace de manera momentánea.
Estaba en una parada de bus, muy apurado por llegar al trabajo, no había desayunado y tampoco tenía dinero para comprar al menos una empanada, con mil preocupaciones y llegar tarde a la oficina podría significar que me amonesten. Finalmente llega el autobús, me subí y no había puesto, mi genio estaba a punto de mutar. De pronto el ambiente cambió: un viejito contó sus peripecias para cobrar la pensión de manera jocosa y todos en el lugar se fueron en carcajadas. Eso, definitivamente nos alegró la mañana a unos cuántos. Gracias a Dios eso pasa muy seguido en el país, mucha gente tiene un chiste en la boca.
La felicidad
“En realidad el Venezolano, se ha caracterizado por que de todo hace una fiesta, no hay gasolina hacemos cola y mientras hacemos cola jugamos domino o tomamos cerveza”. Aseveró la psicóloga Julia Pernalete. “La verdad ese disfrute permanente nos lleva a afirmar que los Venezolanos somos felices”, puntualizó.
Esto me trajo como recuerdo la primera vez que escuche un comentario similar a eso de lo descuidados y tranquilos que somos a la hora de la problema de carácter social. Estaba montado en un carrito por puesto camino a la casa, cuando uno de los pasajeros (que leía la prensa) dijo – no entiendo como estamos tan tranquilos ante tanta inseguridad-. No pasaron 5 segundos cuando el chofer respondió: – Papá pero es que aquí ahogamos nuestras penas en alcohol-. Y soltó una carcajada que confirmó aquello del país más feliz. ¿Qué tanto tiene que ver el alcohol en la felicidad? ¿Qué tan expertos somos en eso de emborracharnos y olvidar las penurias? Realmente podría ser un factor ya que según un informe publicado por la Organización Mundial de la salud (OMS) Venezuela ocupa el tercer lugar en consumo per cápita de alcohol en Suramérica. Acá no es raro encontrarse los fines de semana con plazas repletas de gente compartiendo con música a todo volumen, o en horas de la mañana ir a desayunar y encontrarse a algún amanecido pidiendo pastelitos de hamburguesa porque “si ya existen de pizza debe haber de hamburguesa” y molestarse por el no descubrimiento (aún) de los pastelitos de hamburguesa.
Armas
“El venezolano no se cansa, ha llevado tanto pero sigue ahí, adelante, caminando. Mal o bien, saca un chiste de todo lo malo que le pasa. Porque el venezolano es mamador de gallo de nacimiento, A pesar de todo vive esperanzado de que esta crisis algún día tendrá su final. No pierde la fe de que este pueblo siga sonriendo y llorando a la vez.” Esto me lo dijo la licenciada Kariant Sandrea al preguntarle sobre la situación de felicidad del país ante la crisis.
Dos palabras captaron mi atención en el comentario: Esperanza y Fe, ¿será eso? ¿Será que la espiritualidad del venezolano va más allá de la crisis? Tal vez (aunque el comentario anterior nada tenga que ver) esas creencias religiosas le dan fuerzas a una parte del país para seguir adelante. Y esa esperanza de creer, que a pesar de todo se puede.
Mientras que la licenciada María Alfonzo pone por delante el arma del humor. “Los venezolanos igual seguimos haciendo un gran esfuerzo para seguir adelante ante las dificultades que se presentan, el tener buen humor constantemente es como un arma de protección, de darnos animo a nosotros mismos.”
El humor es u
n comentario en común de estas dos venezolanas “mamadores de gallo» de nacimiento, y “utilizar el humor como un arma” son piezas fundamentales para esta felicidad. Y realmente se ha vuelto cultura en este país que después de un robo una de las primeras frases sea “¿y no te pidieron más nada?”, o decir: “bueno si estás aquí ya no eres virgen” (todo esto preguntado con una sonrisa pícara) como si la violación fuera un tema ligero. Ante el desabastecimiento también hay un chiste siempre (ver im
agen), y ni hablar de los chistes sobre la corrupción (ver imagen)… Si seguramente el humor es un arma… de doble filo.
Tal vez sea eso el espíritu bochinchero del venezolano, lo mamador de gallo o el alcohol nos nubla la vista cuando la crisis nos pasa por un lado.
Paleando Esperanza
“Lo que realmente me hace feliz es el tiempo compartido con las personas que quiero, definitivamente no hay nada mejor que tener salud y estar con los tuyos. Si bien es cierto que el dinero ayuda a ser más feliz, la felicidad se encuentra en las pequeñas cosas, en las veces que canto a todo pulmón, en el beso que le doy a mi madre, en el abrazo que le doy a mi padre y en las veces que hago reír a carcajadas a mi hermanita. Si tuviera una cuenta en dólares, con miles de verdes seria el complemento perfecto para que mi felicidad sea plena jajaja”. Esto es lo que hace feliz a Sandrea.
“Vivir en PAZ Y TRANQUILIDAD… eso me hace feliz” dos simples cosas, de esas que te llenan el día, eso es lo que hace feliz a la Lcda Alfonso.
Por su parte Armando finol, otro venezolano entusiasta que consulté me comentó: “Mi hija que está en camino, mi familia, mis amigos, la gente que me rodea. A pesar de lo que el país está viviendo se trata de no pensar en eso, y que en algún momento el venezolano le echara b… y sacaremos adelante al país”.
Puede que la felicidad sea algo arbitrario e individual, tal vez allí radique el problema. El venezolano es feliz a medida que esta crisis solo roce su espacio. Ya que como sociedad para bien o para mal somos buenos riendo y haciendo reír. No está de más recalcar que esta enfermedad llamada crisis trae como uno de los síntomas la esperanza extrañamente, y que a pesar de las veces que tropezamos y caemos, siempre nos levantamos y soñamos con ver a un país próspero, que nos encanta la fiesta, la cual podemos orquestar en tiempo difíciles, colas, escasez, política, inseguridad, aunque eso por momento reduce los espacios para la diversión, siempre se busca donde, cuando y como divertirnos, pues el venezolano es ingenioso, tanto como para ser feliz en tiempo de crisis.
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