El ex beisbolista venezolano entró en la votación para el Salón de la Fama de las Grandes Ligas. Su debut nos obliga a analizar las opciones que tiene el caraqueño de convertirse en el undécimo latinoamericano en ingresar al templo
Por: Rafael David Sulbarán
Periodista. Fanático
de Cleveland.Le gusta la malta
Yo no voto para escoger a los miembros del Salón de la Fama, ojalá. Para hacer eso debo ver unos cuántos juegos, pero lo cierto es que si tendría la oportunidad le daría mi voto a Omar Vizquel. En días recientes se anunciaron los candidatos al Salón de la Fama de las Grandes Ligas que para su clase de 2018 presenta varias nuevas caras y un atractivo grupo de latinoamericanos, entre ellos Vizquel que luego de su retiro en la temporada de 2012 aparecerá por primera vez en el listado que incluye también al dominicano Vladimir Guerrero, al boricua Edgar Martínez, el cubano Liván Hernández, al también dominicano Sammy Sosa y a los venezolanos Johán Santana y Carlos Zambrano.
La polémica ha estado encendida en torno a su aparición en la boleta, sobre todo ligado a la posición “anti Vizquel” que ha tenido Juan Vené. Lo pongo en comillas porque no es que el periodista venezolano sea enemigo de Vizquel, de hecho en una carta que publicó recién lo llama amigo, pero sí deja claro que no lo apoya y no le dio su voto para el salón inmortal. Vené siempre habría dicho que no le daría su voto, entre otras cosas porque no fue el mejor de su generación, que no es un fuera de serie como lo quisieron mostrar los medios de comunicación y la empresa Polar al nombrarlo “Lider Maltín”. Peor hay una cosa acá: Vené es solo un votante de 500 y hasta la redacción de esta nota, el caraqueño había recibido 17 de 40 votos según el registro que ahora se hace público a través de Twitter.
Durante años en Venezuela se ha debatido por la calidad de Vizquel, quien debutó en 1989 con los Marineros de Seattle y desde entonces se convirtió en el mejor jugador de su posición, sobe todo en la década de los 90. La comparación con Luis Aparicio ha sido inevitable. El número 11, fue electo al Salón de la Fama en el año de 1984 y se convirtió en el cuarto latinoamericano en ingresar uniéndose a Roberto Clemente (1972), Martín Dihígo (1977) y a Juan Marichal (1983). Aparicio acumuló grandes números defensivos y unos cuántos honores con el bate para ser considerado de los mejores del campo corto en la historia del juego. Quizá las comparaciones son odiosas, pero forman parte de la discusión del día a día de los fanáticos y analistas deportivos. Entonces esa “guerra” por establecer quién tuvo mejores números y cuál fue mejor en el campo deja ver que Omar Vizquel está bien cerca de convertirse en el segundo venezolano en el salón de Cooperstown, Nueva York. Será difícil en este primer año sobre todopor la presecia de Chipper Jones, Edgar martínez y Vladimir Guerrero, pero creo que en los próximos años estaremos celebrando.
Manos de seda
A ver, analicemos un poco las posibilidades que tiene y hagamos un ejercicio como si fuésemos uno de esos 500 electores miembros de la Asociación de Escritores de Beisbol de América, los encargados de colocar allí los nombres. Comencemos por lo más resaltante: su virtud defensiva. Nuestra generación lo vio brillar, lo vio pegar un brinco felino, una zambullida espectacular para robar un hit en pleno sexto juego de la Serie Mundial de 1997 entre los Indios de Cleveland y los Marlins de Florida: una de las más emocionantes de esta era. Gracias a la televisión pudimos ver muchos de esos 2709 juegos como campo corto, el 93 por ciento de los partidos donde actuó, el líder de todos los tiempos. Nadie, absolutamente nadie, ningún jugador en la historia tiene más apariciones en las paradas cortas que Vizquel. Punto para él.
Cal Ripken, Ozzie Smith y Honus Wager, tres jugadores estelares miembros del templo inmortal tienen peor promedio defensivo que Vizquel. Ripken en sus 21 años de carrera acumuló .979 de average defensivo, el número 15 de la historia. Por su parte Smith promedió .978 el número 17 de la lista. Honus Wagner ni hablar, es el número 246 de la historia con .940 hasta su retiro en 1917. ¿Vizquel? Con su .985 es el mejor promedio de todos los tiempos en el campo corto con esta estadística que mide la capacidad defensiva, la efectividad y los pocos errores. Otro punto para el caraqueño. En la lista de los mejores 256 campocortos defensivos según Basseball Reference, hay 14 jugadores miembros del salón y todos tienen peor promedio que el 13 de Cleveland.
Sus once guantes de oro también lucen muy atractivos. Es el segundo campocorto con más dorados luego de Ozzie Smith. Otro punto. Ningún jugador ha hecho más doble matanzas que Omar. Sus 1474 dobleplays lo ubican en la cima superando entre otros a Allan Tramell, David Concepción y Pee Wee Reese Además es tercero en asistencias con 7676 solo superado por Smith y Aparicio. Otro dato es que hizo 8433 outs, el séptimo de la historia.
Bate “silencioso”
Hablar de Omar Vizquel y su buena defensiva es como redundar, ya es algo tácito. Entonces pongamos sobre esta mesa algo que quizá haya pasado por debajo de ella, pero que nos deja sorprendidos cuando metemos la cabeza por debajo: su ofensiva.
¿Recuerdan aquel equipo de los Indios de Cleveland con Kenny Lofton abriendo lineup y Vizquel de noveno? El mánager Mike Hargrove no tenía al jugador venezolano como último en la tanda por su bajo rendimiento, sino por razones estratégicas. Ese equipo tenía mucha ofensiva, era una combinación perfecta entre poder con Jim Thome, Albert Belle, Manny Ramírez y tenía velocidad y agilidad con Lofton, el puertorriqueño Carlos Baerga y el propio Vizquel, entonces con esa jugada alineando al torpedero venezolano de último, prácticamente Cleveland contaba con dos primeros bate. Muchas fueron las ocasiones donde vinieron a tomar turno los bates gruesos del lineup con ambos veloces corredores en las bases. Ah porque es cierto, Vizquel era veloz, ágil corriendo y sus 404 bases robadas lo ubican en el puesto 70 de todos los tiempos. Todo esto deja ver que el bate de Vizquel no era temible, pero era necesario, fue efectivo, se embasaba, avanzaba al corredor y robaba, estaba en circulación.
Y bueno, observemos esto, que tal vez no sea un elemento para considerarlo un voto directo al hall of fame pero sin duda da un fresquito y llama la atención: Babe Ruth conectó menos hits que Vizquel. Pues sí, el bambino acumuló 2873 inatrapables (número 45 de la historia) en 8399 turnos oficiales y 21 temporadas mientras queVizquel dio cuatro hits más, 2877 el número 43 de todos los tiempos. Ok claro, Vizquel jugó tres años más que Ruth y consumió 10586 turnos oficiales (puesto 17 de todos los tiempos), pero superar a un ícono ofensivo como Babe es sin duda un plus.
Entre los 50 hiteadores más importantes de la historia, contemos: hay 40 que pertenecen al Salón de la Fama. Vizquel está al lado de nombres como el de Roger Hornsby, Al Kaline, Roberto Clemente y demás. Además Vizquel es el campocorto con más hits después de los 3465 de Derek Jeter. Sumen otro punto.
Reggie Jackson miembro de Cooperstown se ponchó 2597 veces en 9864 turnos y es el líder de todos los tiempos en esa estadística indeseada. Bueno, Vizquel no aparece entre los primeros 50. Esa lista cuenta con Willie Stargell, Ken Griffey Jr, Craig Biggio, Mickey Mantle, Jeff Bagwell también como inmortales. Vizquel no aparece entre los 100 tampoco, ni entre los 200. “Kike” se ponchó en 1087 oportunidades, empatado en puesto número 249 con los jugadores activos Joey Votto y Colby Rasmus. ¿Otro punto? Tal vez.
Lo cierto es que Vizquel parece tener más puntos positivos que negativos para ingresar al Salón de la Fama, sus detractores quizá dirán que no haber ganado nunca una Serie Mundial y no brillar en postemporada le restará méritos, tal vez el compartir época con Derek Jeter le quite algo o que no fue una súper máquina bateadora como Cal Ripken, pero estas cosas no parecen tener mucha fuerza ante las maravillas que nos dejó manos de seda en el campo. ¿Ustedes le darían el voto? Yo sí.
Latinos en el Salón de la Fama de Cooperstown
- Roberto Clemente (1973). Jardinero derecho. Puerto Rico.
- Martín Dihígo (1977). Lanzador, Infielder. Cuba.
- Juan Marcichal (1983). Lanzador. República Dominicana.
- Luis Aparicio (1984). Campocorto. Venezuela
- Rod Carew (1991). Segunda base. Panamá.
- Orlando Cepeda (1999). Jardinero, 1B. Puerto Rico.
- Tany Pérez (2000). Primera base. Cuba.
- Roberto Alomar (2011). Segunda base. Puerto Rico.
- Pedro Martínez (2015). Lanzador. República Dominicana.
- Iván Rodríguez (2017). Receptor. Puerto Rico.
Yo si le daría el voto también.