La noticia que acapara la atención del mundo: el Coronavirus tiene a unos cuántos de cabeza y bueno, hay quienes se han vuelto locos compartiendo falsas informaciones y tejiendo teorías. En este artículo trataremos de calmarlos y los mandaremos a lavarse las manos
Por: Rafael David Sulbarán
Ante el brote del Coronavirus es necesario tomar precauciones como lavarse las manos y usar tapabocas, pero también es necesario no alarmarse con las noticias falsas. La población está alarmada y es comprensible, pero no se debe caer en la desesperación en el avance de esta pandemia.
Sí usted tiene una tos seca, fiebre, estornudos, presenta dificultades para respirar y tiene una falla renal, es probable que esté infectado con el Covid-19, el nuevo Coronavirus detectado en China en diciembre pasado y que tiene de cabeza al mundo, obligando a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a decretarla como “pandemia”. ¿Qué significa esto? El término pandemia según define la OMS se trata de «la propagación mundial de una nueva enfermedad», y supone que los estados deben garantizar la incrementación de medidas para evitar que la enfermedad siga su curso acelerado y se convierta en potencialmente mortal y una real amenaza para la humanidad. Tedros Adhanom, Director General de la OMS expresó su preocupación por el rápido avance del virus.
En Colombia ya se han adoptado precauciones, aunque un poco tardías, ante el avance del Coronavirus, y con la declaración de la OMS, la Alcaldía Mayor, decretó Alerta Amarilla, suspendiendo así eventos masivos. Desde la presidencia de la República, Iván Duque también anunció medidas para el control. En otros países no se han quedado atrás y en medio del torbellino informativo que alimentan las redes sociales con el internet, el mundo está en alarma ante un posible crecimiento de la pandemia que traiga millones de decesos. Esta generación no está acostumbrada a lidiar con este tipo de noticias de consumo instantáneo sobre una enfermedad que en dos semanas creció 13 veces en su expansión entre las naciones. Esta es la segunda pandemia del siglo, pero la primera en la era “millenial” con las redes sociales como eje informativo en la tierra, por eso tengamos cuidado con la información para no crear el caos.
«La OMS ha estado evaluando este brote a toda hora y estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción. Por eso hemos tomado la decisión de declarar el coronavirus como una pandemia».
TEDROS ADHANOM
En consecuencia libramos otra batalla, la de no enfermarnos y la de no estar “mal informados”. Entre las cosas dañinas a la que nos enfrentamos son: las noticias falsas, que hacen tanto daño como una sepa.
Alarmistas comparten información errada sobre supuestos remedios para el virus con elementos naturales, otros especulan sobre el número real de muertes, otros hablan que esto es una estrategia de Estados Unidos para acabar con la economía de China. En fin, una parte de la población se alarma sin sentido. Esto no quiere decir que no se esté alerta o no se tomen precauciones, pero evitemos caer en desespero.
Si usted está alarmado, cálmese, que la humanidad ha vivido epidemias peores y sigue en pie.
La “Gripe Española” mató a más de 40 millones de personas en seis meses entre los años de 1918 y 1919. Particularmente en Bogotá fue letal. Según registros, mató a más de dos mil personas en 1918, cerca del cinco por ciento de la población que se calculó para la época en 143 mil habitantes. El alcance de esta pandemia fue mortífero, sin embargo la raza no se extinguió. Otra pandemia del siglo 20 es el VIH/Sida que según datos de la OMS ha dejado más de 25 millones de muertes desde finales de los años 70. Si comparamos estos números con el total de muertes causados por el nuevo Coronavirus, la cifra es baja. Hasta ayer el número de casos se registró en 126 mil de 114 países con una tasa de mortalidad en el 4 por ciento, es decir 4600 fallecidos. Y si nos vamos a los números de la última pandemia decretada en el mundo: la H1N1 (2009) se observa que dejó 600 mil muertes, una cifra inmensamente superior a la de esta sepa moderna de hoy. Así que relájese, pero lávese las manos.
¿Complot?
«El coronavirus no es el único responsable de las caídas en las bolsas, como se dice, ni de una economía capitalista desacelerada, sino que es la chispa de una crisis económica pospuesta donde la mala salud de la economía es muy anterior a la epidemia».
Joan Benach
Mientras el presidente Nicolás Maduro asegura tener la cura del Covid-19 en sus manos, la nueva pandemia que acapara la atención del mundo entero, sigue su curso infectando a más personas cada día. Aunque la tasa de mortalidad no supera el dos por ciento, el nivel de contagio y la fácil propagación es alto. Mientras que algunos gobiernos improvisan medidas, anuncian nuevos casos, limpian las estaciones del transporte público en pleno día, instalan lavamanos portátiles, se tejen algunas teorías que podrían explicar por qué esta cepa nueva ha afectado tanto a la economía mundial.
Según datos, más de dos mil billones de dólares en pérdidas han dejado el impacto del Coronavirus. China, el país más golpeado por el virus, ya muestra señales de recuperación. La ciudad de Wuhán, principal epicentro del Covid-19 celebró ayer que los picos de casos registrados bajaran. Esto ha originado que las empresas reabran, que la vida normal en el país regrese. Esto podría tener una explicación: una respuesta sólida con políticas acertadas del gobierno ante una situación de inminente riesgo. Otro de los motivos es económico. Durante los días más críticos del brote, la moneda china bajó su cotización, lo que provocó que empresas de importancia con capital estadounidense y europeo decidieran vender sus acciones. Algunos expertos señalan que el presidente chino Xi Jingping, bien asesorado, decidió comprar esas acciones a bajo costo, jugada que le salió fructífera, ya que habría generado ganancias en más de dos mil millones de dólares en medio de un mercado chino que se recupera luego de los días más duros de la epidemia en esa nación. Se habla que ahora, los chinos tienen el poder del 30 por ciento de las acciones en las compañías de Estados Unidos y europeas en China. Un buen movimiento.
Por su parte el científico investigador, experto en salud pública, Joan Benach, analizó en su último artículo publicado en la revista española Contexto, que todo este revuelo por el Coronavirus se podría tratar de una estrategia para ocultar un período largo de recesión económica en el que se encuentra el capitalismo y que promete amenazar la estabilidad mundial. “El COVID-19 es un detonador complejo de la crisis sistémica del capitalismo, en la que todos los factores anteriores están fuertemente interconectados, sin que se puedan separar entre sí. Todo parece indicar que esta epidemia puede representar una ocasión ideal para justificar la crisis económica capitalista que parece estar acercándose”, señala el investigador español en el artículo. En su análisis indica que el miedo daña todo, acelera la caída y que el Coronavirus es una chispa de una crisis pospuesta.
Foto: Hispanidad