Una humillante forma de comprar harina

Una humillante forma de comprar harina


Por: Rafael David Sulbarán. PeriodisTwitterta.

Tiene tres desodorantes diferentes. Beisbolista mental


En estos días estaba accidentalmente frente a las residencias San Martín, en la avenida El Milagro de Maracaibo, donde quedaba antes de la quemazón la sede del CNE del estado Zulia. Precisamente me dirigía hacía la inscripción de los candidatos del Partido Socialista Unido de Venezuela y bueno, caí allí por fallas de mi memoria (no recordaba que el CNE había mudado su sede a La Barraca). Mientras esperaba un carrito o autobús, observo que en el supermercado del frente, salían varias personas así normal caminando con dos pacas de harina de maíz en sus respectivas bolsitas y algunas así en sus manos. Miré hacia la izquierda y al lado del establecimiento había una cola, pero resulta que allí hay una farmacia. Miro a la derecha y no había nada. “¿Coño no hay cola para la harina?”, pensé.

No me moví, decidí esperar mi bus o carrito ya que iba tarde a la pauta. Pero se tardaba el transporte, y entonces decidí lanzarme por las dos harinas. Cuando iba entrando, una chinita joven y bonita, que debe ser hija de los dueños me para diciéndome”:

  • Señol, no puele entral con ese bolso.
  • ¿Por qué? Le digo yo
  • Polque está plohibilo.
  • Mi linda, pero yo no traje carro, ¿no puedo dejarlo en algún locker?
  • No señol, no hay lockel.
  • ¿Entonces no puedo comprar?
  • Si puede complal pelo no puele entral con el bolso. Si quiele se lo deja a esa chica afuela.
  • No puedo dejar esto así. Chamo, ¿será que te lo dejo a vos?- le dije a un empleado detrás de un mostrador de cosméticos.
  • No chamo, ningún bolso puede entrar.
  • Pero hey, esa chama tiene una cartera, es lo mismo.
  • No es lo mismo.- me dice la chinita.
  • Pero yo no te voy a robar, solo son esas dos harinitas qué molleja.
  • Pues señol, no se puele.
  • Bueno, muchas gracias. – Y me retiré.

Con rabia, arrechera, y frustración apreté más duro mi morral donde llevaba mi cámara que no podía dejar así por así. Cuando voy saliendo un señor me ataja y me dice:

  • ¿Pudiste comprar?
  • No señor, no me dejaron porque llevaba este bolso.
  • Qué molleja esto es increíble. Pero si quiere yo le sostengo el bolso mientras usted compra por los dos. Es que me quiero llevar la harina, pero no puedo levantar mucho peso.

Lo miré desconfiado, pero a los 30 segundos de estudio supe que podría ser honesto y acepté. “Tranquilo que no te voy a robar”, me dijo. Y se puso en toda la entrada, y el bolso a un ladito en el suelo. No duré ni 30 segundos en agarrar las harinas. Volteé de una vez y vi que el señor estaba aún allí y el bolso, claro. Me puse enseguida en la colita para pagar, al llegar mi turno me dice la chama que debo registrar mi huella en la última caja. Arranqué para esa caja, me registré, luego volví a hacer colita en otra para cancelar. “Solo se puede llevar  un par de harinas”, me dice la cajera. “Chica, ese señor que está allí se va a llevar estas dos. Será que puedes pasarlo por aquí rapidito. Está recién operado”. Es verdad, el señor tenía una operación, sin embargo como toda persona mayor terca andaba caminando solo por ahí. “Esas harinas son para mi hija”, me había comentado.

“Bueno chamo, igual debe hacer la colita”, me dice la odiosa empleada. Bueno, agarré mis dos paquetes y salí, le dije al señor que si quiere pase y registre su huella, mientras yo le sostenía una carpeta que llevaba. El señor aceptó y bueno, se registró y luego la mini colita para pagar. Un niño nos estaba cobrando 10 bolívares por la bolsa, le dije que no le iba a pagar nada.

Todo este proceso para dos harinas, toda esta denigrante escena para 38 bs. “Apuesto que si llega un bachaquero si lo dejan entrar con mil bolsos, o si llega alguien a atracar ni se dan cuenta”, dije en voz alta haciéndome escuchar de la chinita, varios empleados y un oficial de la guardia nacional que se quitó al oírme.

Ok no pasé calamidades como otros en esas largas colas, pero si es denigrante, es humillante, así lo siento, como tratan a uno, como es todo el proceso para comprar un bendito producto para comer. No te dejan entrar con un morral porque creen que vas a robar, te ponen mala cara como si fueses una molestia…y muchos de esos empresarios (y la mayoría chinos) contribuyen con el desangramiento del país, son artífices también del contrabando, cómplices junto a la GNB y los “bachaqueros” en todo este desastre que algún día se les va a revertir y pagarán bien caro por esto.

Gracias a Dios me conseguí con una persona honesta, ese señor mayor que hasta ayudé a montarse y bajarse del bus, resultó ser el experimentado periodista Héctor Montiel, presidente del CNP Zulia en tres ocasiones. Vueltas de la vida.

Aquí les dejaré más historias de las colas…algo que lamentablemente es nuestro pan de cada día en Venezuela.

Contrabando a 200 metros

Por: Carlos Colina-Cabimas

Ayer vendieron harina Juana y Robin Hood en los chinos del frente. A una tipa le vendieron tres pacas bajo cuerda. Ahora viene lo bueno. La tipa estaba esperando como a doscientos metros del supermercado que la vinieran a buscar junto a su contrabando. La gente pilló la cosa. Acechantes, esperaron. Casualmente, cuando la GNB arrancó, pasó una ‘caravana musical’ de futuros desempleados universitarios. Justo en ese momento, la turba, saqueó el contrabando de la tipa.

Bonus:

A veinte metros de donde saquearon a la tipa estaba estacionada una camioneta de la PNB. Con sus policías.

Los pusieron a limpiar las calles

Por: Wilmer Risco-Anaco

Los transeúntes de las principales calles y avenidas de Anaco, aplaudieron esta tan acertada decisión de poner a BARRER a los zánganos estos llamados BACHAQUEROS, que sin el sentido de humillarlos, pero si con mano dura para que sientan lo que es trabajar, porque estas personas son vagos, sin oficio, malechores, que no trabajan pero si se lucran con la necesidad del ciudadano común, adquiriendo productos de la cesta básica, acaparándolo y revendiéndolo hasta 10 veces su costo original sin ningún remordimiento de conciencia, porque conciencia es lo que les hace falta..

Sigamos atentos y no nos quedemos callados, vieron que si se denuncia, las leyes son aplicadas, que quede CLARO, si alguna persona quiere hacer dinero o hacerse RICO por medio del alimento y necesidades del pueblo, les damos un CONSEJO, BÚSQUENSE OTRO NEGOCITO PORQUE YA NO NOS LA CALAMOS MAS….

CON LA NECESIDAD DEL PUEBLO NO SE JUEGA, MUCHO MENOS NEGOCIA Y MAS QUE MENOS SE REVENDE…

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Foto: Cortesía Frente Comunicador William Lara


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