La historia tras el hurto al apartamento de Nelson Merentes

La historia tras el hurto al apartamento de Nelson Merentes

Un cuento que pica y se extiende


Desde hace varios días la noticia sacude al pueblo de Naiguatá. “Robaron a Merentes”, dicen los pobladores. El Pitazo quiso indagar sobre este caso y se logró hacer una reconstruir la historia a partir del testimonio de vecinos. Se omiten los nombres de los declarantes por razones más que obvias: Tienen miedo a retaliaciones por el poder que ostenta Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela y exministro de Hugo Chávez. Además en un pueblo pequeño, todo el mundo se conoce


Por: Jesús Rivero Bertorelli / Nadeska Noriega

www.elpitazo.com


La historia del robo a Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela y exministro de Hugo Chávez, no tiene una versión oficial. En vano se trató de ubicar una declaración de parte de las autoridades policiales del estado Vargas. En realidad, no existe un expediente o una investigación que señale este caso. Tampoco Merentes, en su condición de afectado, ha realizado la denuncia del hurto del que habría sido objeto.

Sin embargo la versión de moradores de Naiguatá y de fuentes cercanas a la Secretaria de Seguridad Ciudadana de Vargas coinciden en un hecho: el robo sí sucedió y el escenario fue un apartamento de Tanaguarena. Las versiones de los consultados también coinciden con ciertos aspectos del hurto.

“Muy tarde en la noche del pasado 29 de diciembre, cuatro jovencitos encapuchados entraron al lujoso apartamento y, sin forzar la cerradura, se llevaron un bolso lleno de euros” aseguró un vecino de Merentes. Dicho apartamento es, presuntamente, propiedad del presidente del Banco Central de Venezuela. La vivienda está ubicada en la zona de Tanaguarena, en el estado Vargas, a unos 10 kilómetros al oeste de Naiguatá.

“Los ladrones son unos muchachitos, algunos incluso hasta menores de edad. Tenían la llave del inmueble, no tuvieron que forzar ni someter a nadie y sabían que al momento de ingresar no iban a toparse con persona alguna”, aseveró otra de las fuentes consultadas, y también cercano al directivo del ente emisor. Según lo relatado, los delincuentes portaron en todo momento capuchas, pues también estaban “dateados” acerca de las cámaras de seguridad que habría en el apartamento.

“Llegaron derechito a donde les dijeron que había un platal. Agarraron el botín, cerraron la puerta y se fueron. No tocaron más nada, para que nadie se diera cuenta que habían entrado. Aunque ahora andan diciendo que hasta se robaron un pernil”, indicó la fuente que insistió no ser identificada.

Fuentes policiales aseveran que además de los euros, fue sustraído un maletín con relojes propiedad del presidente del BCV.

La joven clave

¿Cómo obtuvieron la llave de este inmueble esos muchachos? La respuesta, según otro de los vecinos de Merentes, nos lleva una joven. “Lo que pasó fue que una chama que parece muy cercana a Nelson, le dio la llave del apartamento a una tía suya. Y ella fue la que se la pasó entonces a su ex marido y a los rateritos”, aseveró una de las fuentes.

Si bien las cámaras del apartamento captaron el hurto, la alarma la terminó encendiendo, varios días después del robo, un vivaz colaborador de Merentes y quien es conocido en el pueblo como Caté. “Ese tipo se la pasa vendiendo vainas y por esos días tenía unos IPhones y otros aparatos electrónicos. Entonces le llegó un chamo y le ofreció pagarle los teléfonos en euros. Por eso Caté, que ya como que sabía lo del robo en casa de Merentes, llamó al comisario Goncalves y ahí fue dónde se cayeron los chamitos”, indicó.

Andrés Goncalves es secretario de Seguridad de Vargas y persona de gran estima en el círculo de Merentes y del gobernador García Carneiro, quien habría activado un completo operativo de pesquisas. Esta operación es uno de los detalles más comentados por los moradores del pueblo y se escuchan versiones que van desde allanamientos hasta torturas con bolsas plásticas en la cabeza, para lograr identificar a los osados delincuentes y recuperar así, supuestamente, casi todo el botín robado.

Lo que también sorprende a la gente de Naiguatá es que después de todo, nadie quedó detenido. “Ya yo he visto varias veces a la muchachita que comenzó el rollo y hasta dicen que los chamos que robaron andan también por la calle”, confesó otro vecino del sector.

¿Cuánto dinero hurtaron? ¿Por qué el presidente del Banco Central tendría una cantidad importante de divisas en efectivo en un apartamento? Son preguntas que por ahora no tienen una respuesta precisa. Hasta el momento no existe informe oficial sobre las actuaciones de los cuerpos de seguridad. En ninguna instancia policial se menciona este hurto. Además por este caso ya “resuelto” no ha habido ni detenidos, ni acusaciones en Fiscalía.

“La orden fue recuperar lo hurtado y darle un susto a los delincuentes para que no vuelvan a caer en el error de robar a Merentes. Un tipo que ha dado tanto a Naiguatá no merece que le paguen así. Merentes no va a poner la denuncia porque debería dar muchas explicaciones y pues mejor hacerse de la vista gorda y esperar que la tormenta mengüe”, explicó uno de los efectivos policiales que actuó en el operativo de “recuperación de los bienes”.

Esta no es la primera vez que el hampa es relacionada con “el hombre fuerte de Naiguatá”, como llaman los amigos con los que acostumbra a reunirse Merentes en uno de los kioscos del balneario de Naiguatá a jugar dominó los días miércoles y domingo

Ya en los años 2010, 2013 y 2014 versiones de hurtos en el apartamento de Merentes en Tanaguarena circularon en redes sociales. Sólo un hecho delictivo registrado en octubre 2011 quedó confirmado por el cuerpo policial de Vargas, cuando el presidente del BCV fue asaltado a las puertas del edificio por unos motorizados, pistola en mano. En esa ocasión Merentes llegaba solo sin ningún tipo de escoltas a su residencia. Se reportó el robo de su maletín, un teléfono y una laptop.

El mecena de las fiestas y la estética

Para tratar de comprender mejor este presunto hurto, se debe conocer la relación del presidente del Banco Central con su pueblo natal.

Merentes es actualmente uno de los naiguatereños más reconocidos, gracias a su relación de poder desde el arribo del fallecido ex presidente Hugo Chávez al poder.

Como matemático y docente de la UCV, Merentes entabló contacto con Chávez y desde su cátedra hizo unos acertados cálculos políticos. Una vez en el MVR instrumentó el famoso kino electoral que se aplicó en diversos procesos, que lo llevó a ganarse la admiración del comandante presidente, quien lo premió con cargos de confianza en el Ministerio de Finanzas, el Ministerio de Ciencia y Tecnología, la presidencia del Bandes y del Banco Central de Venezuela.

Sin embargo, Merentes no se separó de su pueblo. Es considerado un bienhechor y el padrino favorito de las promociones de bachilleres del liceo Cacique Naiguatá.

Hace apenas unos años su figura era casi venerada. Pero su popularidad, así como la de otros líderes chavistas regionales, ha venido en descenso. Sin embargo, la fama de Merentes aún lo ubica a la par de otros ilustres naiguaterños, como el recordado cantante Erick Francheschi o el pelotero Edgmer Escalona.

“Merentes es un señor es muy buena gente”, es una afirmación que se repite en muchas bocas naiguatareñas.

El presidente del BCV pasa gran parte del tiempo en Naiguatá. Más concretamente en la casa de su mamá, ubicada entre la calle 10 con calle Planta, una edificación de tres pisos de color rosa intenso y entronizada en el corazón de lo que llaman “Pueblo Arriba”.

Desde esa locación el matemático canaliza con frecuencia la entrega de ayudas económicas y hace gestiones con otros entes gubernamentales para tratar de mejorar la calidad de vida de muchos naiguatareños. A manera de despacho ministerial, desde este hogar materno, Merentes realiza unas especies de audiencias en las que determina a quién o quiénes ayudará; así como la cantidad de los recursos que van a asignarse.

Merentes también es un vigoroso mecenas de los eventos culturales de su pueblo. Por ello ha brindado generosos aportes para innumerables actividades como las los tambores de San Juan, las fiestas de San Pedro, Los Diablos Danzantes de Naiguatá, el entierro de la sardinas o las parrandas navideñas.

Pero estas ayudas de Merentes no se limitan a aportes económicas para pescadores (uno de los principales oficios del pueblo) o abuelas necesitadas. El director del Banco Central también es conocido por las ayudas médicas que son canalizadas por la Dirección de Atención al Ciudadano de ese ente.

De hecho en Vargas una de las opciones más utilizadas por personas que buscan ayuda para tratamientos y equipos médicos es llegarse con los informes y sus documentos hasta Naiguatá. Sin embargo en este renglón Merentes es famoso por incluir en la lista una causa menos ortodoxa: dar dinero para la realización de operaciones y cirugías estéticas. “Eso lo sabe todo el pueblo”, nos comentaron. De hecho pudimos constatar el testimonio de una mujer, de unos veinticinco años, quien nos aseguró que sus senos “explotados y paraditos” son producto de la generosidad de Merentes.

Es difícil contabilizar cuántas adolescentes y mujeres habrían sido beneficiadas con esta particular misión. “Yo creo que por lo menos 30 carajitas de este pueblo tienen las tetas hechas gracias a Nelson”, apuntó otra fuente que no quiso identificarse. Sin embargo para otros, esta cifra queda corta.

“Pasa los límites de Naiguatá, este tipo de ayudas la reciben muchas chicas, que rodean a Nelson Merentes, quien desde el poder ha podido explotar su personalidad de casanova, un aspecto que siempre ha trascendido, desde las aulas de la UCV. Antes era un gordito simpático y atacón, ahora es un hombre con poder e igual atacón. Eso no sería problema si no ligara una cosa con otra”, ” cuenta un periodista varguense, relacionado con la historia de vida del matemático naiguatareño.

Lo cierto es que la gente del pueblo une a las protagonistas de esas mencionadas ayudas financieras para operaciones estéticas, con el supuesto hurto en contra del mandamás del ente emisor.

Entre tanto la historia del robo sigue corriendo como pólvora y es alimentada por la creatividad y la chispa de los habitantes de este pueblo costero. La versión oficial aún no se conoce, pero tal vez resulte tan pálida como la cifra de la inflación interanual de 141,5% publicada hace poco por el Banco Central.

Por ahora las calles de Naiguatá siguen llenas de versiones. Bien lo dice el refranero popular: Pueblo chiquito, infierno grande.


Publicado en El Pitazo el 19-01-2016

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Foto: Archivo


 

 

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