Irene, yo y el acoso

Irene, yo y el acoso

Cayendo desprevenido en la web


Esta historia es común, y más en esta época donde el acoso cibernético está a la orden del día y va en franco crecimiento. Aquí veremos que no solo las mujeres pueden ser víctimas de una situación similar


 

Por: Rafael David Sulbarán. PeriTwitterodista.

Comenzará a trotar. Tuvo zika


 

Yo tengo tiempo soltero, es más casi siempre lo he estado, no es por que sea un ogro, cuaimo, homosexual o anti relaciones, sino que bueno, aún no llega la adecua tal vez. Pero bueno, siempre le toca a uno emocionarse con una chama, y esta llegó en un momento muy crítico de mi vida. Recién había tenido una decepción amorosa, un tío muy querido había pasado a mejor mundo y un accidente de tránsito dejó hecho pedazos mi primer carro. Todo eso, había generado un cuadro emocional un poco alterado, que yo creo que todos pasamos por allí, al menos que seas un insensible.

Y bueno, en esa época cuando el Facebook era la revolución de la comunicación en el mundo, una nueva forma de hallar a viejos amigos de la escuela, una manera de vincularte más con personas que a pesar de tenerlas cerca, nunca veías sus fotos o te enterabas de las canciones que les gustaban, y bueno, también una novedosa forma de ligar, de hacer amistades y conocer gente nueva, allí, en ese tiempo del novedoso Facebook pasó esto, cuando uno no tenía conciencia de los delitos cibernéticos, de la seguridad, del hackeo, del acoso sexual.

Yo no sé si a esta experiencia la puedo llamar de acoso sexual, acoso cibernético, no sé. Según Wikipedia el acoso cibernético o ciber bullying es «el uso de información electrónica y medios de comunicación digitales para acosar a un individuo o grupo de individuos, mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa entre otros medios. Puede constituir un delito penal. El ciberacoso implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través de los medios electrónicos». No sé si aplica en este caso, bueno, tratemos de averiguar porqué.

El acoso 

Irene se me presenta como una chica que conocí durante una entrevista que le realicé en El Regional del Zulia, medio para el cual trabajaba como editor de deportes y espectáculos. Ella, había sido la reina del Instituto Santiago Mariño, y fue una vez a una entrevista. Yo no concebía por qué una mujer tan bella no la recordara, era imposible. Pero bueno, pensé: «Tantas misses que he entrevistado», quizá no la recuerdo por eso.

Sin embargo ¿cómo no iba a recordar eso?, y bueno que yo además tengo muy buena memoria. Imaginense, Irene era una catira pecosa, con ojos verdes, pelo liso, pecas y unos lindos pechos. Una hermosura. Entonces, bueno, cuando apareció que me agregaba no lo pensé dos veces, ni siquiera me fijé si teníamos amigos en común o algo así, en el Facebook primitivo no se veía eso. Total que en poco días empecé a conocer esa belleza. Fui muy imprudente.

Ella me contó que era periodista como yo, pero que no ejercía. Allí una primera sospecha, ¿por qué siendo periodista fue reina del Mariño? Ante esto me dijo que una amiga sí estudiaba allí y entonces la recomendó para el reinado. No le creí mucho, pero bueno, me siguió contando que era visitadora médica y que trabajaba en un laboratorio en Caracas, pero que pidió cambio para su natal Cabimas, y por eso, estaba buscando nuevas amistades aquí. Otra sospecha: ¿una mujer tan bella, además que es periodista, no tenía amistades en su ciudad? Ya van dos.

Pero ya la cosa no era solo por Facebook, era por mensajes de texto y llamadas. Hey, llamadas, largas conversaciones. La voz de Irene era una voz juvenil, muy femenina, sensual y con ese cantaíto caraqueño característicos de chamas de su edad, no recuerdo qué edad me dijo que tenía, creo que eran 24. La cosa ya pasó a un segundo nivel, en apenas unos dos días ya no era de conocer y saber de qué se trataba, sino de palabras bonitas, de elogios, halagos, hey, de su parte más que todo. «Esto es demasiado perfecto para ser verdad, algo malo hay», pensaba yo.

La tercera sospecha se dio un día, creo que fue la primera vez que la llamé y atendió un hombre, me dijo que Irene estaba en una reunión. Eso me dio mala espina, porque a los dos minutos Irene me estaba llamando. Creo que la sorprendí. Pero bueno, dijo a ver hasta dónde llega esto y de qué se trata.

Irene cada día me decía cosas más profundas, más adentro, más privadas, y ahora casi toda la relación era por teléfono. Decía que pronto vendría a Cabimas, se mudaría sola a un apartamento de lujo en el mejor edificio de la ciudad…y yo estaría con ella. Yo no me montaba en esa nube, bueno, había dado como tres escalones, porque bueno, uno es hombre pues, pero la duda estaba demasiado latente, no porque pensara que una tipa así nunca me la podría merecer, no era por eso, sino que una catira con tremendo trabajo, una Toyota Autana, un apartamento en el Torino no anda buscando amistades por Facebook y echándole los perros a uno. Eso no ocurre así por así.

La cosa siguió, un día me pidió la dirección de mi casa para hacerme un regalo: El nuevo DVD de Coldplay, una de mis bandas preferidas. Dije que lo enviara a mi trabajo. Ya habían pasado como 5 días desde que empezamos a hablar, corto tiempo.

En esas horas, conversé con una chama con quien había estado saliendo hasta hace un mes, lamentablemente la cosa no funcionó, y cada quién por su lado. Ese día conversábamos por el extinto MSN y me preguntó si salía con alguien, le dije que estaba conociendo a una chica, y le medio conté algo. Enseguida ella me advirtió que tuviera cuidado con personas así, que el acoso cibernético estaba creciendo y que conocía a muchos amigos que habían caído en eso, y que sabía de una persona en particular que disfrutaba hacerlo, y esa persona yo la conocía. Al principio no le paré, pero al rato empecé a atar cabos y dije: «Voy a probar».

Le dije a Maura, una buena compañera de trabajo que me hiciera un favor, que llamara al siguiente número y que me indicara quién había contestado. No le adelanté nada para no condicionar su respuesta. Ella me dijo: «Rafi, me atendió una chica bien dulce». Bueno, punto para Irene. También puse a Iván, otro compañero, pero él ya sabía de mis sospechas y me dijo que esa era la vos de un hombre. Medio punto menos para Irene.

Entonces decidí llamarla, le pregunté que dónde estaba, me dijo: «Papi, estoy en una cola arrechísima en Caracas, súper atrapada», yo me preguntaba cómo no escuchar el ruido de la ciudad en una cola. Le dije: «Porfa, si estás en la camioneta, toca la corneta por favor»– Ella se molestó,

– ¿Para qué voy a tocar la corneta?

  • Quiero que toques la corneta para saber que estás allí y no me estás mintiendo.- Dije.
  • ¿Te volviste loco? No puedo tocar la corneta porque estoy lejos de la camioneta, la cola está parada hace una hora.
  • Bueno, ve a la camioneta y toca la corneta, y ya.
  • Noooo, ¿tu no confías en mi? Yo no voy a estar hablando con alguien que no confíe en mi.- dijo gritando y trancó la llamada.

Yo dije: «Esta no es Irene, es otra mujer o un farsante». A los 5 minutos me llamó y me dijo gritando: «Aquí tienes tu corneta mira» y empezó a sonar una bocina de carro…no se parecía al de una Autana. La atrapé.

Ella se sintió descubierta, y bueno, empezó a excusarse, me dijo que no me podía seguir escribiendo porque lo hecho le dolió, que no puede hablar con alguien que no confía en ella.

Yo tenía la firme intención de desenmascarar a esa persona, que ya tenía nombre y apellido, era la misma que me advirtió mi «amiga». Mi estrategia fue endulzarla, rogarle que no se alejara, que nos siguiéramos escribiendo y tal. Lo hacía para tener chance de descubrirlo, pero se alejó…gracias a Dios no por mucho tiempo, solo dos días.

Una noche luego de llegar del trabajo, decidí comunicarme para descubrirla. Cayó en la trampa, empezamos a hablar y seguía con el mismo cuento de que había alejado por el daño que le hice, bastante rato pasamos en ese ir y venir hasta que me arreché y le dije bien fuerte su verdadero nombre:

  • Dí la verdad que tu eres Fulano (no revelaré su nombre), era tal, y tal, y trabajas en tal.
  • ¿Qué te pasa Rafael?, yo soy Irene.- Dijo
  • Mentira tú no eres ninguna Irene, eres Fulano.

Hubo un silencio como de 30 segundos, luego empecé a escuchar sollozos, quejidos, y de pronto reventó la voz de un hombre. «Sí Rafael, me descubriste, soy Fulano».

Cuando ese tipo dijo eso yo estallé en la arrechera, se me salió un demonio, no sé, algo de la rabia que me dio, del asco, de la indignación: «Sucio marico, vos lo que sois es un tremendo loco @##$#@$#_)(*&%$#@$%%$#$%^&*()(*&!@#$%^&», cualquier vaina le dije, lo amenacé con denunciarlo y le preguntaba repetidamente por qué se había metido conmigo, qué lo llevó a hacer eso. Su respuesta fue: «Rafael esto es una enfermedad que yo tengo, es una locura, pero perdóname, no le vayas a decir a nadie, no me vayas a denunciar, yo estoy yendo a psiquiatras y todo para tratarme eso». Dios mío la locura. El tipo es un artista con la voz, increíble cómo puede imitar las voces, fácilmente puede ser un actor de doblaje, todo un personaje.

Bueno, menos mal que solo fue una semana y tuve la astucia para desenmascararlo, también un poco alertado por esa chama, que bueno, yo atando cabos aquí, descubrí que eran muy buenos amigos y que de seguro fue una jugada de ella para vengarse luego de dejarla un poco picada porque no continuamos nuestra relación.  Nada que ver con que el tipo estaba enamorado de mí, eso fue mandado por una chica en venganza. De pana, las mujeres son capaces de todo.

Yo al final me limité a hacer lo correcto, alertar a su jefe sobre su condición. Luego me enteré que no le renovaron el contrato. No le di golpes, no lo denuncié a la policía, pero si le molesté en eso, y además le dejé una duda, él no sabía si por su bajo rendimiento o por su actitud lo habían dejado fuera. Y eso es algo que yo no le puedo responder.

Entonces, bueno, creo que pasé a formar parte de una estadística, que aunque es dominada por mujeres (1 de cada 10 mujeres entre 18 y 29 años han sido víctimas de acoso) también ocurre con los hombres, en menor escala, pero ocurre, y que es algo que en la actualidad va creciendo, alimentado por las nuevas tecnologías. Según el doctor Joel Haber, experto en acoso y psicólogo, este tipo de situaciones son más cotidianas gracias al anonimato que te puede brindar el internet. «La naturaleza indirecta de la Internet permite que incluso los niños buenos sean crueles debido al poder anónimo que se logra con la pantalla». E Irene se hizo presentar como una mujer hermosa para atrapar y hacer daño, beneficiado por el anonimato. El Dr. Haber explica que “es más fácil divertirse a costa de alguien más, y que estar en línea elimina la empatía que el contacto personal crea». De pana que tiene mucha razón en esto. El dice que es una enfermedad, tal vez es mentira y lo hace simplemente para joder a la gente, se divierte, o está obsesionado con eso.

Claro, a partir de esta experiencia, y otra donde fui hackeado directamente (por cierto, a raíz de allí nació el nombre de Pluma Volátil), he tenido mucho más cuidado para agregar personas desconocidas. Primero trato de verificar, de observar que sea una persona verdadera (en todas las fotos Irene salía sola), que tenga amigos en común y otras cosas que la validen. También cambio mis claves constantemente y trato de no ser tan personal en las redes. Espero sigan mi consejo y no se topen con una Irene. 


Referencias:

https://www.healthychildren.org/Spanish/family-life/Media/Paginas/Cyberbullying.aspx

Foto referencial


 

 

2 comentarios en «Irene, yo y el acoso»

  1. Bueno prim, yo estuve en 2 situaciones digamos que similares. Una dependiente y la otra independiente… Te resumo la dependiente: Tuve una «ciber» relación durante mucho tiempo (perdido) con un tipo que nunca llegué a conocer en persona. Yo tenía 19a cuando comencé a hablar con él, nos enviamos fotos, msjs, llamadas, despues fue por facebook, sus fotos y tal. Hace unos 4años leo en su facebook q lo habían matado en un secuestro express y tal. Despues de eso, descubrí 1.Que no se llamaba como me había dicho. 2.Que su hermano, no es sino un amigo. 3.Que no está muerto sino que huyó del país. 4.Que no es el tipo de las fotos. 5.Que el de las fotos si se murió. 6.Que hicieron lo mismo con una chama pero a ella la seguían personalmente. (Fue la q me contó todo) :S y la independiente, fue algo que le pasó a una amiga estando en la univ. Algo parecido a lo mío, hablando por telefono con un chamo. El tipo le decía que era caraqueño pero tenía flia en los puertos de Altagracia. Que era arquitecto (de la Santa María) y llevaba la compañía de su difunto padre. Su mamá era pediatra y vivía en mcbo pero no tenían buenas relaciones. Bueno, el caso es que cada vez que quedaban en verse porq él venía a Mcbo, siempre le pasaba algo. Desde un problema en el trabajo hasta una fractura en el pie por lo que nunca se veían… La mamá de mi amiga, como toda mamá y su 6to sentido, comenzó a sospechar de que una chica del grupo estaba detrás de todo. Ya cuando estaba con un 90% de seguridad, citó a la chica a su casa y tambien a una psicóloga. La mamá de mi amiga, mi amiga, la chica y la psico comenzaron a hablar del chamo, hasta que no supieron como, la psicólogo le hizo sacar su otra personalidad. La chica, ya no era chica sino chico, el que hablaba con mi amiga porq hasta la voz y la mirada le cambiaron. Resulta que la muchacha es lesbiana y sufre de doble personalidad. Despues de un tiempo, una prima mía me cuenta que había conocido a un chamo por internet y q ella y una amiga lo iban a conocer. Que el tipo era arquitecto graduado de URU y tal… Yo ni pendiente. Un día me acordé y le pregunté si había conocido al chamo y me dice que no porq siempre le pasa algo antes de ir al encuentro… Ahí se me rebobinó el casette y comencé a preguntarle a mi prima si su papá era difunto y el llevaba la compañía (Si), su mamá era pediatra con malas relaciones entre ellos (Si)… Eso bastó para decirle la verdad a mi prima y su amiga… Despues de eso, le reclamaron todo y admitió haberlo hecho. Despues Hicimos un correo y lo enviamos alertando a todas nuestras conocidas… ¿Que tal? Uno a veces cuenta esas cosas y parecen vainas de película. Pero si, si pasan en la vida real.

    1. Conchale tremenda historia, creo que está peor que la nuestra jajajajaja. Si quieres compartirla completa estamos a la orden, Gracias por participar siempre, un abrazo.

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