A 4 años del incendio que cobró 14 vidas
Un 29 de diciembre de 2011 en lo que parecía un día normal de fin de año, una enorme explosión sacudió las vidas de muchas familias. Hoy, aún esos dolientes y afectados no han recibido ningún tipo de indemnización por los responsables
Por: Pola Del Giudice Ortiz. ElPitazo.com
Cuatro años. Se dice fácil , pero no lo es para las familias de 14 personas que perdieron a sus seres queridos en la Tragedia de la Carretera Panamericana cuando una gandola cargada estalló en llamas e incendio más de cinco vehículos, incluido un autobús lleno de pasajeros.
Cuatro años después de la tragedia aún las victimas no han recibido indemnización alguna, y mucho menos los familiares de los fallecidos. Niños huérfanos, madres desconsoladas pero la muerte de sus hijos, ninguna ha tenido respuesta por parte de PDVSA empresa responsable del equipo de carga de combustible que se prendió en un voraz incendio aquella tarde del jueves 29 de diciembre de 2011, cercana las 2:24 pm en el km 3 de la carretera Panamericana, conocida como la curva del hipódromo.
Al menos 100 apagafuegos estuvieron en el lugar en compañía de efectivos de Polimiranda, Polinacional, Protección Civil Miranda y Polisalias, quienes acudieron a prestar ayuda y a rescatar a las víctimas. Hoy a cuatro años ni siquiera las viviendas afectadas quedan en el lugar. Fueron demolidas el año pasado por ser invasiones y en el lugar se construirá un parque y un distribuidor. De sus habitantes nada se sabe, son parte de los «sintechos» que habitan en refugios.
El tiempo se detuvo aquellas más de 11 horas que se paralizó el paso por la vía que comunica Los Teques con la capital de la república. Los ojos enteros del país se posaron en aquella tragedia que cobró 14 vidas y dejó una docena de heridos.
Tulio Estenique (30) era el conductor de la gandola de PDVSA que se encunetó y por un derrame, quizás sumado a una chispa producto del accidente se prendió en candela y afecto no solo la gandola sino otros cuatro vehículos particulares y un autobús de la línea Caracas Los Teques.
Yhonny Elías Olivares salió de Caracas en dirección a Los Teques con todos los pasajeros. El popular “Cantimplora”, ignoró la señalización que le hizo un hombre desesperado en la vía, por temor a que fuera un asalto. Minutos después se encontró con la gandola en llamas y la segunda explosión alcanzó el colectivo.
La familia Ulloa y Arguinzones viajaba casi completa en ese autobús. Venían de pagar promesa en la iglesia San Francisco en Caracas. Carlos, familiar de ellos llegó esa tarde al lugar de la tragedia, solo atinó a decir «toda mi familia iba en ese autobus». Las lagrimas salieron. Funcionarios de los cuerpos de rescate le prestaron la colaboración y lo llevaron al Hospital de Coche para saber el destino de sus familiares. Solo uno sobrevivió.
Sobrevivientes sin ayuda
Las pérdidas de los vehículos fueron totales. Quedaron completamente calcinados. Debajo de ellos, quedo un cuerpo de un hombre que se presume fue a ayudar a los lesionados.
Así quedó el chofer del colectivo .Intentó ayudar y socorrer a sus pasajeros y murió. Su cuerpo quedó a escasos metros del autobús.
Oswaldo, Gustavo, Carlos e Isabel lograron sobrevivir al río de fuego. Aunque se desplazaban en vehículos diferentes, terminaron juntos al fondo de un barranco al costado de la Panamericana, escapando de la llamarada de fuego provocada por la explosión.
El carro de Isabel Martínez, un Corolla, quedó completamente calcinado a pocos metros del cisterna. “Sólo recuerdo que los carros que venían delante de mi frenaron. No entendía lo que ocurría hasta que el vehículo que estaba delante estalló”. Isabel aún no recibe respuesta de la filial petrolera. No recuperó su vehículo y nadie le ha dado la cara. Isabel en la tragedia solo sintió que alguien la jalaba del brazo y al lanzaba por el barranco. A pocos metros del barranco estaban los vendedores de fuegos artificiales que se instalan en la Rinconada para las fechas decembrinas., Ellos ayudaron a las personas que se lanzaron por el despeñadero en busca de salvar sus vidas.
Los cooperativas de fuegos artificiales al ver lo que ocurrió se acercaron con los extintores y ayudaron a rescatar a la mayoría de los que iban en el autobús, entre ellos dos menores de edad cuya madre no pudo ser rescatada. Algunos de los heridos tras la tragedia de la Panamericana que fueron trasladados a centros asistenciales se identificaron como Ilse Abello (14), Pablo Rodriguez, de 40; Joel Adrian (18), Elsi Salas (42), Argelia Huerta (31), Yeilin Itriago (9), Yusmari Rodríguez, de 24 años y José David Ortega, de 16.
Las víctimas fatales fueron identificadas como Pablo Rodríguez, Angélica Huerta, Yosimar de Rodríguez, Arlen Arguinzones, Alexander Arguinzones, Moraima Ulloa, Miriam Rangel, Yormary Rodríguez, Joel Adrián, Yasmín Abello, así como tres menores de edad.
Sin ayuda
La víctima número 14 del accidente, fue Miriam Rangel. Falleció en la unidad de quemados de Maracaibo, a donde fue trasladada por autoridades de Pdvsa. Sus hijos, Armando y José Manuel Rodríguez, recordaron que tuvieron que costearse ellos mismo la comida y los medicamentos de su madre. Aún no responden por estos gastos y se conoció que los parientes enviaron y entregaron varias cartas, carpetas con documentación y se cansaron de los tramites. Igualmente personas con quemaduras a quienes le garantizaron el pago del 100% de los gastos de la rehabilitación y medicamentos, se quedaron a la espera de la respuesta.
Lo único de lo que se responsabilizaron las autoridades fue de encarcelar al conductor de la gandola tras determinar que iba a exceso de velocidad.
Texto: Pola DelGiudice Ortíz, periodista.
Publicado en El Pitazo el 29-12-2015
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Fotos: Cortesía El Pitazo