Arranca la fiesta mundialista
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Hoy comienza el Mundial de Fútbol Brasil 2014, gran parte del mundo voltea sus ojos para el balón que será el protagonista durante un mes completo…el culpable de las derrotas, los enojos, de las frustraciones, de los llantos, pero el responsable de las risas, los saltos de emoción, la algarabía colectiva, el llanto de ver a su equipo ganar. El fútbol sin duda alguna es el deporte que despierta más pasiones en el mundo. El fútbol y la pasión son sinónimos.
Analizando un poco en estos días previos a la cita brasilera, nos hemos detenido a analizar un poco sobre la influencia del fútbol en Venezuela. Eso nos ha llevado a preguntarnos, ¿existe la pasión por el fútbol en nuestro país? Esto es digno de profundizar, ya que hay diferentes puntos de vista y factores que nos pueden dar una respuesta. En nuestras acostumbradas encuestas abiertas en las redes sociales, participaron activamente ustedes, nuestros lectores y muchos coincidieron con la postura del autor de esta nota: en Venezuela sí hay pasión por el fútbol. ¿Por qué? Es fácil de palpar y en las siguientes líneas trataremos de mostrárselo.
El país de la pelota
Aunque no lo crean, la Federación Venezolana de Fútbol es una de las más antiguas del continente, el primero de diciembre de 1925 se constituyó la FVF para regir la administración del cada día más creciente deporte de las patadas al balón. Casi 90 años tiene la institución, pero el balompié en Venezuela se remonta unos cuantos años atrás. El arribo de inmigrantes europeos a estas zonas alimentó el crecimiento futbolístico luego de la Primera Guerra Mundial.
¿Pero qué pasó? ¿Por qué el fútbol no se desarrolló tanto como el beisbol? Algunos autores le atribuyen a la fuerte influencia norteamericana. Luego de la explosión del Barroso en 1922, nuestro país vivió una transformación en muchos aspectos. Pasamos de ser un país agrícola con potencial petrolero, a ser un país petrolero. El auge del oro negro trajo consigo a muchas empresas norteamericanas invitadas por Juan Vicente Gómez. Tales compañías construyeron campos de béisbol, el deporte más practicado en la nación gringa, el cual era algo novedoso, algo distinto para nosotros. El béisbol llegó para quedarse y convertirse a lo largo de los años en el deporte nacional y el que le ha dado más satisfacciones, colectivas e individuales al país.
Entonces, pensar en que somos un país de pelota beisbolera, con grandes exponentes en la mejor liga del mundo y un miembro en el Salón de la Fama, nos puede llevar a concluir que en Venezuela la pasión futbolística es casi nula. Pero, no, estamos equivocados.
Los mundiales
Antes de 1970 en Venezuela, al igual que en muchos países se seguían las incidencias de los mismos, por la prensa o la radio. México 70 fue el primer mundial transmitido por televisión. El venezolano, que apenas sabía quién era Alfredo Di Estefano por el famoso secuestro que vivió en los sesenta en nuestro país, ya podía ver a la ya súper consolidada estrella brasileña Pelé en la famosa cajita mágica.
El desarrollo del balompié criollo daba pequeños pasos y ya participaba en la Copa América, pero estaba muy lejos de la gloria de Alfonso “Chico” Carrasquel y Luis Aparicio en las Grandes Ligas de beisbol. Pero, la televisión ya nos presentaba la magia del fútbol y fue despertando en los fanáticos del deporte esa pasión, ese gusto, ese amor por la esférica.
Sin embargo, esa euforia solo se daba cada cuatro años. En Alemania 74 vimos el nacimiento del fútbol total holandés, en el 78 fuimos testigos de la fuerza del argentino Mario Kempes, en el 82 nos emocionamos con Paolo Rossi, en el 86 aclamamos a Maradona, en el 90 nos rendimos ante el poderío alemán, en el 94 sentimos como nuestra la victoria brasileña, en el 98 los franceses nos mostraron a Zidane, en 2002 nos trasnochamos viendo a Cafú levantar la copa, en 2006 los italianos demostraron que seguían siendo potencia y en 2010 los españoles se estrenaron como campeones. Con estos partidos alimentados por la publicidad, las banderitas en la calle, las promociones en los restaurantes, las franelas en cada esquina, los comerciales del atún Eveva del Papaíto Candal, las carteleras de los colegios full de banderitas que no eran la nuestra, por la interrupción de las novelas en horario estelar para transmitir partidos o especiales, los álbum Panini, por ver niños disfrazados de “El pelusa” en las calles, por esto y mucho más, el fútbol nos gustó, nos arropó…pero había un problema era cada 4 años.
La pasión
Fuimos testigos de todo esto, vivimos los partidos de esas selecciones como si fuese nuestra, como si fuesen compatriotas luchando en una batalla. Cada quien con la suya, Brasil, Italia, Argentina, España, Alemania, todos ellos levantan emociones, generan discusiones amenas y otras problemáticas, generan chalequeo, bromas, mamadera de gallo, llantos de alegría y tristeza…generan pasión. En Venezuela se hablaba de fútbol cada 4 anos…prácticamente conocías el nuevo fichaje del Milan italiano durante el tercer juego de USA 94, o sabías que el Atlético de Madrid había descendido a segunda división durante una transmisión. Te enterabas que Ronaldo era la estrella brasilera del fútbol francés y que Zidane era la maravilla con el Juventus. Nos perdíamos de mucho fútbol en esos 4 años…si acaso veíamos la Copa América, que a veces nos transmitían…o las eliminatorias, que muchas veces el autor de esta nota, tuvo que escuchar los partidos de la selección venezolana por la radio internacional. Solo importaba el Mundial.
¿Pero qué ocurrió? Llegó la televisión por cable, así de sencillo. También llegó el auge Vinotinto. Antes de 1998 se sabía muy poco qué era una Liga de Campeones de la UEFA, una Copa del Rey…un pichichi. Las transmisiones de Espn y Fox, que nos mostraban las mejores ligas del mundo nos hicieron ver al jovencito arquero llamado Iker Casillas que con 19 años ya era una estrella del Real Madrid. En 2001 la Vinotinto levanta un partido ante Bolivia y empieza la fiebre. Todo alimentado por la televisión, la publicidad y un gusto por el fútbol que se dormía por 4 años….ese gusto se despertó y ahora se muestra muy fuerte, tan fuerte que este mundial duele más porque no está la selección.
Entonces con todo esto pensamos, con ese pasado futbolero cada 4 años y con el presente futbolero del día a día: ¿Cómo no va a haber pasión aquí? Pregúntenle a uno de los fanáticos del Deportivo Táchira que empujó el autobús del Caracas F.C. al medio del terreno del Estadio Pueblo Nuevo y lo incendió ante la mirada de todos…al hincha del Zamora F.C. que viajó a Brasil para ver su primer partido de Copa Libertadores. Al seguidor de El Vigía F.C. que se traslada en transporte público hasta Maracaibo para alentar a su equipo. A todos aquellos que se colocaron sus franelas y se pintaron la cara de merengue el día del último triunfo del Real Madrid en la Liga de Campeones.
“Una vez por semana el hincha huye de su casa y asiste al estadio. Flamean las banderas, suenan las matracas, los cohetes, los tambores, llueven las serpientes y el papel picado. Aquí el hincha agita el pañuelo, traga saliva, glup, traga veneno, se come la gorra, susurra plegarias y maldiciones, y de pronto se rompe la garganta con una ovación y salta como pulga abrazando al desconocido que grita gol a su lado. Con miles de devotos comparte la certeza de que somos los mejores, todos los árbitros están vendidos, todos los rivales tramposos”, dice el escritor uruguayo Eduardo Galeano en su libro “El fútbol a sol y sombra”, tocando este tema que cada día es más real en Venezuela, aunque aún tengamos una liga poco competitiva en comparación al resto y con muchas fallas en nuestro sistema.
En Venezuela si hay pasión por el fútbol, no importa si es cada 4 años, si es solo por el Barcelona, si solo juegas futbolito en el colegio, si solo celebras por Camerún en el Mundial, si solo te pones la franela Vinotinto, si solo vez la inauguración del Mundial, si solo te gusta el fútbol sudamericano, si solo asimilas el fútbol inglés, si solo te dedicas a jugarlo en Play Station…
Sus opiniones fueron tomadas en cuenta como es costumbre en Pluma Volátil y le colocamos a continuación las más resaltantes.
La pregunta: ¿Ustedes creen que en Venezuela hay pasión por el fútbol?
Las respuestas (vía BBM y Facebook):
Luis Eduardo Velásquez, periodista (vía BBM) “Por el fútbol extranjero si, por el criollo qué va. La fiebre del fútbol criollo se refleja solo cuando la Vinotinto está cerca de una gran hazaña, o un importante logro, de resto los torneos locales no reúnen la misma cantidad de apasionados, y creo que ya es algo de cultura, siempre vemos lo de afuera mejor, que lo de aquí, es decir, un clásico Barcelona-Madrid o Brasil-Argentina llena mucho más gente una plaza, o bar, o dónde sea que transmitan el partido a diferencia en Pueblo Nuevo”.
Keisly Santiago, estudiante de ingeniería (vía BBM) “Si hay pasión por el fútbol, aunque hay personas que gustan del fútbol solo cada cuatro años”.
Arelis Carrasquero, bailarina, actriz y modelo (vía BBM): “Pasión sería si llenáramos los estadios de los equipos locales. Los que nos gusta es ver los partidos de afuera en la pantalla de un local bebiendo cerveza y apostando. Eso no es pasión, es moda, eso es todo. Los jugadores de fútbol se casan con modelos, cantantes, artistas, se ponen de MODA. En este país no. Yo tengo 34 años, me crié con varones y jamás ni en el liceo se veía tanto eso del fútbol. Te puedo asegurar que solo se hablaba de la pasión del béisbol y la NBA que hasta barajitas tuve. Si hay pasión, pero es más por moda. Una vez al año, por motivo comercial, para vender cosas, para salir a la calle a beber y festejar, para mi eso n o es pasión”.
Mileidys Piña, periodista, reportera gráfica (vía BBM) “Claro que si hay pasión por el fútbol…se da duro con el béisbol…lástima que aún no hemos logrado llegar a un Mundial con la Vinotinto”.
Gabriela Salas, deportista y Lcda. en educación (vía BBM): No mentirita, aquí no hay nada de eso. Pura Obsesión y locura y ridiculez es lo que hay”.
Efraín Gutiérrez, periodista (vía BBM): La pasión existe desde mi punto de vista. Por ejemplo, nosotros acá en Villa que somos hinchas del UAM, vamos a los partidos del Zulia para seguir el fútbol nacional porque nos gusta y lo disfrutamos. El problema desde mi punto de vista, radica en la falta de apoyo en los medios creo yo. Una vez leí por ahí que me impactó en Versión Final (un periódico zuliano) para se exactos una sección que decía Ligas de Europa, y no pasaban nada de la liga nacional. Fue chimbo porque iba llegando de Argentina y allá el diario Olé hay una sección para cada equipo. Loe medios televisivos solo pasan un partido por jornada y generalmente son Caracas o Zamora. No tenemos opciones que ver, le dan prioridades a las ligas de afuera».
Víctor Marval, ingeniero (vía Twitter): “No. Por ejemplo, más allá de que hay quienes así lo sienten, la #Vinotinto no pasa de ser una moda…Es un fenómeno mundial, pocos escapan a ese evento. Pero «pasión», no me suena…”.
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Con información de:
Fútbol a sol y sombra y otros escritos. Eduardo Galeano, 2002.
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Fútbol a sol y sombra y otros escritos. Eduardo Galeano, 2002.
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