Voz Plural…
Web columna
Por: Carol Camacho Medina. Periodista.
Buena gente. Fanática de Messi
Nos estamos quedando sin futuro. De seguir la asfixiante realidad Venezuela se convertirá en un país de ancianos. Estamos tocando fondo en la agudización de los problemas sociales, que quizás son comunes en otros entornos pero que en nuestro país están aliñados de desesperanzas. Hoy entendí que de ser más joven yo sería otra de los tantos venezolanos que andan desesperadamente buscando visa para un sueño, no es la argumentación de la escasez, ni el desabastecimiento y mucho menos la inflación, nuestro país se está quedando sin país, como decía Yordano en su retrato musical por estas calles la compasión ya no aparece, y la piedad hace ratos se fue de viaje.
En menos de dos años la cifra de jóvenes que se marchan en busca de oportunidades es terrible, eso no lo muestra el INE, solo se hacen visibles las estadísticas rojas de una semana arropada por la inseguridad, no hay futuro en un país donde ser premie a la delincuencia con impunidad, no hay futuro en un país donde el primer empleo es subsistir en el buhonerismo o taxiar con olor aún a toga y birrete, no hay futuro en un país que le niega a los niños el derecho a soñar a colores, donde diariamente se sacrifica lahonestidad a costa de inmoralidad social, nuestro país se está quedando sin país, cuando las universidades vomitan chorizos de profesionales que no encuentran donde insertarse porque sólo les espera un sueldo mínimosalario de mano de obra no calificada, nuestro país se está quedando sin país, porque en los espacios laboralespensar políticamente diferente es un delito tipificado como traición a la patria, nos estamos quedando sin futuro, nos estamos quedando sin un país de jóvenes, estamos cicatrizando el alma de millones de padres que diariamente despiden a sus hijos que hoy son balseros del aire, vuelan atemorizados a enfrentarse con el exilio, y se llevan dentro de sus morrales de sueños la patria de la nostalgia.
Este mapa tricolor está tejiendo una historia de ausencias, este país en blanco y negro permea el llanto silente de una madre que ve partir a sus hijos para verlos realizados y felices, unos hijos que también buscan futuro para regresar pronto por sus padres que sobreviven los desencuentros de dos mitades que perversamente conviven en unpaís de nostalgia, hoy convertido en el país del adiós.
La maestra Patricia
La maestra Patricia se parece mucho a la maestra Jimena de los sueños vocacionales de quienes decidieron la profesión del apostolado de formar, ella teje sonrisas en cada uno de sus niños y garabatea la felicidad en cada acto sublime de darse en un aula. Ella la maestra Patricia amasa la alegría con tanta o más perfección en cada arepa de trigo que suda para complementar el salario docente que solo le alcanza para medianamente vivir, la maestra Patricia es la verdadera oda a la ternura, es un beso que sabe a caramelo y un abrazo que quita los miedos.
La maestra Patricia imparte conocimiento con la virtud de Gabriela Mistral, enciende caminos cual faro de luzpredicado pro Samuel Robinson, también ella formó para la justicia, para lo grande y para lo hermoso, quizás cuántos libertadores a parido la maestra Patricia en cada aula repartiendo amor. Se llama Patricia, tan parecido su nombre a Patria, PATRICIA tú también eres nuestra Patria desgarrada, durante años ha dibujado en el mapa del corazón de muchos niños la esperanza, hoy buscas los puntos cardinales en otro territorio de los posible, ya no quieres seguir explicándolos en el mapa de Venezuela, el mapa que hoy te asfixia y te hace buscar desde tu convicción la salida. La maestra Patricia hoy renuncia a la docencia en Venezuela, hoy entendió que salió aplazada en la asignatura más importante la suprema felicidad social, hoy la maestra Patricia se convierte en un dato estadístico de DESERCIÓN Y DECEPCIÓN DOCENTE, hoy entendió que su pasión se convirtió en un ejercicio permanente de desaliento y frustración, hoy la maestra Patricia tiró la toalla y abandonó la lucha magisterial, se cansó de sentir desprecio por un sistema educativo castrador de vocaciones, se cansó de estirar la quincena en una cola de cuatro horas bachaqueando la escasez, se cansó de que las improvisaciones le cercenen sus planes humanos con los niños felices y exitosos que formaba diariamente, hoy la maestra Patricia también deja la patria,para soñar en un futuro mejor. Gracias maestra Patricia por dejar huella afectiva en cada niño que formaste
Anarquía
La sociedad del sin sentido se está apoderando de los venezolanos, la brújula moral del ejercicio comunitario se quedó en la época de los abuelos, las costumbres de los buenos modales y la educación doméstica murió éticamente en este siglo XXI. Hay todo un pandemoniun social, las normas de convivencia carecen de prácticas básicas, la viveza criolla se apodera de cada espacio social, aquí nos acostumbramos a infringir las normas, desde tragarnos la luz verde del semáforo hasta hacer la cola religiosamente y sin saltar privilegios en un banco. Hoy nadie respeta a los mayores y mucho menos a los padres, la tan vapuleada LOPNA es el texto de la alcahuetería y la impunidad infantil. Los venezolanos sólo buscan la dádiva, el parasitismo, el asistencialismo populista sin sudar ni una gota de trabajo, hay corrupción en todas las instancias de gobierno, se premia la mala conducta y la adulancia y se castiga la valentía de la libertad de expresión y pensamiento, ser disidente político es un delito de lesa humanidad, las cárceles y los reformatorios son los espacios de la anarquía, no hay control en cada uno de ellos y afuera se respira las típicas extorsiones para dejar vivir viviendo, ¿quién pone orden a este desorden?
¿Hay que cerrar las fronteras para frenar la anarquía? ¿Hay que poner capta huellas para hacer conciencia social del consumo? ¿Hay que nombrar un ministro en trámites y permisología para evitar los gestores de la corrupción? ¿Hay que nombrar un ministro de la felicidad suprema para intentar su búsqueda afuera? Todo es posible en esta Venezuela del sin sentido
Voz poética
Enamorarse es un presagio gratis
Una ventana abierta al árbol nuevo
Una proeza de los sentimientos
Una bonanza casi insoportable
Y un ejercicio contar el infortunio (Mario Benedetti)
Por eso en este País de la Nostalgia solo nos queda ejercitarnos en lo sublime
En este País de la nostalgia aunque estén asesinando nuestros sueños
Sólo el amor nos salva de la desesperanza…el amor al vecino
El amor al amigo…el amor a quien piensa distinto
El amor a quien te critica y lanza dardos….el amor ante el sacrificio
Hace falta inyectarle amor a este país del desencuentro y las dos mitades
Hay que ejercer el amor en todos los sentidos y sin hacer ruidos
Hay que ejercer el amor desde el músculo noble del corazón….solo eso podrá salvarnos
Carol Camacho Medina|periodista e historiadora|@Caroltoscana
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Gracias a pluma volátil por el espacio concedido…para mi es un privilegio.
Profe está arrasando jejejeje muy buenas sus líneas.