El dilema de un rockero: ¿ella o la música?

El dilema de un rockero: ¿ella o la música?

 

La cruda verdad, volumen 1
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Por: Johan Pérez
Músico. Periodista. Papá 3 veces y medio

 
 
Aaaah el Rock and roll, un gran amor que perdí. Para quienes somos músicos, ese transitar por la loca carretera del rock nos puede llevar a conocer tanto de tantas cosas, buenas y malas, aunque no sé si las malas son realmente “malas”. Vivimos anhelando llevar una vida de stars como la de nuestros héroes, pero muchos apenas y alcanzan tocar en un par de cumpleaños de algún amigo y listo; la mala suerte, no son tan buenos, no es lo suyo, y en fin dejan de tocar. Pero en este caso, voy a hablar de  quienes posiblemente pudieron llegar más lejos pero un cabalístico día conocieron al “amor de sus penas”: ella.

Te veo parada ahí
Piensas que eres tan genial
Por qué no simplemente
¡Te jodes!
Guns and Roses
Así comienza todo. En una noche de esas en que la mente no cuenta, vas a tocar por primera o segunda vez en algún garaje en casa de un pana que cumple años; eres de la banda, eres una de las estrellas y por algunos minutos esa será tu noche. Dando vueltas de aquí para allá matando la ansiedad mientras pasan las horas para que al fin te van a ver tocar. Ella, no te paro bolas en toda la noche, hasta que te lo vio colgando… el instrumento.  Te conoce y  dice: “chama si es bellooo, lo quiero para mí», ya en lo más recóndito de su mente maquina su verdadera intención: «le quiero joder la vida».
Comienza la relación bla bla bla. Omitamos detalles cursis sobre la relación, todo fue una trampa, así de simple. La banda surge y pasa de cumpleaños en garajes a mejores toques, o sea, a tasquitas donde te pagan con una caja de birras… y de pronto Waooo la banda alcanza el éxito, 30% de las entradas del local y una botella de ron: ya eres profesional, ya eres una estrellita municipal!!! Y ella ahí, acompañándote a todos los toques. Error fatal, nunca nos damos cuenta que ese es el modus operandi para poco a poco ir eliminando, con su presencia, las posibilidades de tener lo que más anhelamos nosotros cuando estamos entregados ilusamente al Dios rock and roll: SEXO, salvaje e inseguro. Sin contar que limita nuestro consumo alcohólico… a cero.
No era rockera en lo más mínimo, pero desde que te conoció  sabe que necesita un tipo duro como tú para hacerle sentir celos al ex novio. Tiene que retenerte y sabe que eres leal al rock y a tus amigos más que a nada… por ahora… así que necesita fingir que es más rockera que las hermanas Wilson o Courtney Love para impresionarte; lo logran. Y bueno, pasa el tiempo, descubres cosas, la fatiga por la rutina, el mensaje fatal o hasta el encuentro “fortuito” con el ex (recuerda que NO hay nada que le mueva más el piso a tu mujer que su “EX”) ese que le regalaba los CD’s de Arjona y la llevaba a los conciertos de vallenato reggaetón y tal, esos que SI disfrutaba hasta saciarse,  bah! se escoñeta esa verga,  perooo… nosotros MAS ENCABRONADOS QUE NUNCA. 

“Me hiciste llorar, me mentiste 
pero no puedo decir Adiós… 
mamá vuelvo a casa”
Ozzy Osbourne

Decides por un breve tiempo darle descanso a tus sueños de Rock Star  de bar, con esa excusa de ella de un supuesto «tiempo para arreglar las cosas y canalizar tus sueños de ser músico…” ¿Ella pensando en tus sueños? Jajajajaja y hasta se lanza con un atrevido planteamiento, que si te dejas llega a mayores: “yo podría ser manager de tu banda» si como no… Next! Igual te envuelve, te seduce, te da aquello que te amarro desde hace algún tiempo y que te hace reincidir testarudamente en el error: te da su… cariño. Pero nada, ese pequeño demonio, terco, incesante e inquieto que algunos conocen como Mick Jagger, te ataca de nuevo por las noches, más que todo cuando has discutido con ella por cosas intensas, triviales, sumamente importantes como: no te gustaron mis uñas de farandi-perra verdad?  
Rezas a los dioses para que te den la luz; ¿cómo resolvería John Lennon su peo con Yoko para que lo dejara rockear en paz?  Afortunadamente para John, la eterna mala de la película, Yoko, la original “ella”, no fue ninguna guebona.
Y bueno, ocurre que en las postrimerías de tu carrera como Rockstar de bar, los muchachos te llaman para una “meeting the band” y por supuesto que te quieres montar en el Crazy Train de nuevo. “Amor, cariñito mío, mi ternurita linda muack muack muack… LA BANDA SE REUNE DE NUEVO.  Ella: (mute)… y nosotros: “Estoy feliz, es lo que más he esperado todo este tiempo, nos reuniremos el viernes en casa del baterista, ¿tu irás conmigo cariño verdad?”. Ella: (mute). A tú alrededor vez como el perrito sale despavorido, el ambiente de pronto se torna lúgubre y frío, las paredes sangran y se encogen; ella gira la cabeza unos 365 grados y contesta: “Si, iré”.
“Estoy en la autopista al infierno”  AC/DC
Ella ya no disimula. Comienzan los carones cuando la llevas a los ensayos… aaaah porque te exige que la lleves a estos, ya que a estas alturas de la relación el monitoreo sobre tus actividades es a nivel experto; esto a ella le parecen guebonadas, la bendita etapa que no has querido quemar, excusas para quitarles el tiempo de estar con ellas, tiempo que a su criterio se «merecen». De pronto, un daño psicológico irreparable ya está hecho, y sin darte cuenta surge dentro de ti una confrontación incesante: ¿Sigo en esto o no? Siento que no es lo mío, que no lo disfruto… I’m not and Iron Man!!!  Claro, y cómo coño no vas a sentir eso si la tienes a Ella encima todo el tiempo diciendo: «TE DIJE QUE NO VAS A IR A TOCAR APARTE QUE NO TE PAGAN… ESTO NO ES LO TUYO”.  Nosotros, como buenos pendejos: «Si mi amoooor tienes razón, pero lo hago por mi amor al rock and roll, qué importa si me pagan o no»… Ella: «NOOOO…  Y SABES QUE? ESA GUEBONAITA DE LA MUSIQUITA LA VAS A DEJAR YAAAA…”


Y como si se abrieran todos los portales hacia el infierno, una voz inquisidora te reprende en el nombre del mismísimo príncipe de la oscuridad, mejor conocido como Ozzy Osbourne,  con una premisa armagedónica, apocalíptica,  orgasmatrónica: “ESCOGE… O LA MÚSICA O YO»… and nothing else matters.

 “Es el fin, mi única amiga, el fin”  The Doors 
Y al final, esos  años de gloria como rockero amateur con “it’s only rock and roll but i like it” de los Rolling Stone como tu himno, desaparecen; peor dicho “quemas la etapa”  (a los 30 máximo 35), y aquel rebelde anti sistema termina destapándole las cervezas al suegro,  sentados  frente a la casa de ella (donde ahora vives tu), despotricando a los pobres ilusos inocentes de 20 años que están empezando su andar en el rock, y que aún no conocen a su Ella.
Y aun así… ELLA: “conmigo has sido inmensamente feliz verdad?”  Tu: (mute).
Y si alguien hace la maldita pregunta: ¿ajá, y cómo llegaron a la cúspide las grandes estrellas del rock? Yates, mansiones, aviones privados, girls girls girls, excesos…  La respuesta es sencilla: ELIGIERON EL ROCK AND ROLL Y NO A ELLA!!!
Los caminos de la vida no son como yo pensaba, como los imaginaba, no son como yo creía”  El Binomio de Oro.
Nota: Mi Jokoline me pidió que aclarara que este NO es mi caso… Yo: (Mute)
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Texto: Johan Pérez, periodista
Fotos: Google.com
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