¿Llegó para quedarse?
El torneo que recién finalizó dejo muchos errores, pero creemos se han corregido otros. Con un nuevo campeón esto parece tomar nuevos aires, con fanáticos más entregados, más dinero en ganancias y patrocinantes dispuestos pareciera que hay Clásico Mundial para rato
Por: Rafael David Sulbarán. Periodista.
Ama el beisbol. Compró un nuevo control remoto
Los gringos ganaron lo suyo. Finalmente los Estados Unidos lograron alzarse con el título de campeones del Clásico Mundial de Beisbol. Para los amigos que no entiendan mucho de beisbol, es como si Inglaterra ganara el próximo mundial de fútbol, algo así, o sea el creador del deporte por fin logró consagrarse, aunque bueno muchos saben que los ingleses ganaron la copa de 1966.
Claro, este es un torneo joven, apenas tiene 11 años desde su primera edición en 2006. Esta es su cuarta experiencia y bueno, creo que ha hecho buenas cosas para mantenerse un rato, pero sin duda alguna debe suprimir algunas para que se termine de consolidar.
Primero, podemos decir que la victoria de los Estados Unidos puede ser positiva para el torneo, ¿por qué? Los estadounidenses son muy cerrados, muy tradicionalistas con sus cosas y bueno, a pesar de que este es un torneo de selecciones donde se juega la bandera del país, el gringo tradicional simplemente no ve un juego de esos porque no están sus Yankees de Nueva York, por ejemplo, sus Cachorros de Chicago, sus Indios de Cleveland y no le para, o también llega a molestarse porque uno de sus jugadores importantes como Eric Hosmer o Buster Posey se fue del campo de entrenamiento para jugar en ese “torneo loco que nos molesta y nadie ve”. Entonces es difícil acostumbrar a un estadounidense convencional que ahora hay un “Mundial de Beisbol” con las verdaderas estrellas del juego en diferentes ligas a nivel global. Es que para ellos su mundial son las Grandes Ligas, su clásico de otoño. Es muy distinto para nosotros en Latinoamérica que crecimos viendo y disfrutando de las copas mundiales de fútbol con Pelé, Maradona, Cruyff, Ronaldo, Rosi ganándose toda la admiración e inyectándonos ese deseo de ver a nuestro deporte preferido, el beisbol, con un torneo parecido donde los mejores se vistieran con la bandera y se dieran duro en el terreno. Acá soñábamos con ver a Omar Vizquel, Andrés Galarraga, Alfonso Carrasquel, Urbano Lugo, Wilson Álvarez, Víctor Davalillo uniformados con la V en el pecho enfrentándose a Roberto Clemente, Orlando Cepeda, Roberto Alomar, Juan Marichal, Sandy Coufax, Joe Dimaggio. Los mejores contra los mejores, pero defendiendo el país, y bueno cuando llegó el Clásico Mundial ese sueño se cristalizó, llegó la novia que siempre quisimos tener pues y se ha ido instalando en el gusto deportivo de los fanáticos, al menos en los países con tradición beisbolera del mundo…menos en Estados Unidos.
Entonces creo que la victoria norteamericana es positiva para eso, para establecer el torneo en el gusto gringo, y bueno ustedes saben que a ellos les encanta eso del nacionalismo y llevar la bandera en el pecho, y bueno, ahora tienen un orgullo más: son los campeones mundiales de beisbol y para las próximas ediciones, que seguramente seguirán jugándose en suelo norteamericano, los fanáticos estarán más motivados de ir al estadio y complacidos de ver un juego por la televisión.
Cosas por mejorar
Como todo, por supuesto nada es perfecto. Esa novia es espectacular pero se viste feo a veces. Son muchas por mejorar, pero gracias a Dios son menos que en ediciones pasadas. La primera que se debe ELIMINAR, si, así en alta porque es una locura, es la regla “panamericana” que establece dos corredores en las bases sin outs luego del inning 11 para “agilizar” el partido. Esto es horrible, mata el juego, es injusto, no sirve y lamentablemente se presentó en tres ocasiones durante el mundial. El más recordado es quizá el de la semifinal entre Puerto Rico y Holanda, un juegazo caliente, con las bancas a punto de reventarse, con pitchers celebrando cada lanzamiento como si fuese el mejor de la historia y bueno, se llega al bendito inning 11 empatado y Puerto Rico gana con un elevado de sacrificio. Nojombre. Mató el juego…chimbo.
La otra regla que se debe eliminar es la del nocout. Señores eso es en beisbol amateur, esto es de liga grande, están los mejores. Imaginen que en un mundial de fútbol el equipo que saque cinco goles de ventaja gane el compromiso, así no más en apenas 15 minutos. No chico, eso no existe.
Los horarios, de pana. Creo que nadie vio un juego de Cuba, que lo lanzaron para el grupo asiático y todos eran televisados de este lado a las 5, 6 o 9 de la mañana. No creo que ningún cubano haya madrugado para ver un juego y de paso que no les permitieron llevar a sus figuras estelares como Yoenis Céspedes. También los juegos en México son en las ciudades con horas del pacífico, también en Los Ángeles y San Diego. Ni los mismos gringos pudieron ver esos encuentros tranquilitos sin pensar que irían al otro día trasnochados al trabajo. Señores el grueso de televidentes están de este lado, en Venezuela, República Dominicana, Puerto Rico…ni siquiera en el mismo México que ha costado y bueno los gringos de la costa este como Nueva York, Atlanta quieren ver su jueguito, quieren patrocinar y no madrugar.
Las benditas restricciones. Este es un torneo que organiza la Major League Baseball, pero que es boicoteado por la misma MLB. Si quieren que el torneo se convierta en un mundial como el de la FIFA, señores deben dejar jugar a todos. Sabemos que hay mucho dinero de por medio en esas inversiones como Miguel Cabrera, Carlos Correa o Marcus Stroman, pero por el amor de Dios las estrellas hacen el espectáculo y nadie va a querer ver un juego con el equipo B o C de cada país, nooo. Con la cantidad de lanzamientos OK, está aceptable, pueden dejarlo así, se sabe que muchos peloteros llegan sin forma, pero ya, hasta ahí pues. Cero restricciones, que convoquen a los que deban jugar y ya. Eso le daría mucha vida. Por ejemplo a Venezuela le negaron el permiso a varios lanzadores, como Eduardo Rodríguez. Otra hubiese sido la historia con él en juego.
Las otras reglas locas de no permitir sustituciones en el roster hasta que se acabe la ronda, por Dios eso no tiene sentido. Deben permitir un mínimo y un máximo de cambios por ronda, porque fíjense lo que ocurrió con Venezuela: se lesionaron tres pitchers en un día, además de tres jugadores de posición y todos claves y entonces no se tenía chance de cambiarlos. José Altuve tuvo que estar en tercera y Omar Vizquel (manager) jugársela con solo 4 lanzadores ante Italia. ¿Ajá y si les da diarrea a todo el equipo antes de jugar cómo hacen? Una locura.
Otra cosa es esclarecer, hablar bien, tener bien entre ceja y ceja cuáles son las reglas de desempate para que no vuelva a ocurrir el episodio con el empate de Venezuela, México e Italia y la enredadera con la cantidad de carreras e innings.
Tal vez hay otras cosas por cambiar, como el jugar en un solo país todo también quitar eso de que un jugador descendiente de español pueda jugar con España, pero son cosas que se irán transformando, eso creo.
Se afianzó
Esta edición nos dejó ver todas esas fallas que seguramente cambiarán porque desde que se empezó en 2006 se han adaptado y quitado cosas. Entonces hay esperanza, se va bien, y bueno luego de este torneo que finalizó el martes en el Dodger Stadium con el triunfo gringo de 8-0 sobre Puerto Rico, creo que se ha afianzado en el campeonato por varias razones. Una de ellas es la comercial. Más de un millón de espectadores visitaron los estadios en Japón, Corea, México y Estados Unidos en las casi dos semanas de torneo sin contar la fase clasificatoria (algo que se debe mejorar por cierto). Los patrocinantes hablaron este torneo generó mucha plata y mucha gente lo vio por televisión.
Otra cosa es que el fanático está más entregado. Daba gusto ver ese estadio coreano full, hasta las metras de fanáticos asiáticos toooodos vestidos con los colores nacionales aupando al equipo desde el play ball. También dio gusto ver a los puertorriqueños celebrando a lo grande cada out, cada hit. También dio gusto ver todas las frustraciones, los comentarios en las redes de la decepción de Venezuela en el clásico. Un primo por ejemplo rompió su televisor, un pana tiró el celular por la ventana, yo volví nada el control remoto. Eso significa pasión, y bueno estuvimos entregados, muy pendientes, arrechos, molestos por todo lo que sucedió. Eso es pasión. Ya el torneo es nuestro, lo queremos. Se estableció.
Creo que este es el paso principal, el más importante. Muchos vimos la final y celebramos el beisbol, y muchos estamos pendientes de los nuevos movimientos, si habrá un nuevo mánager, pendiente de todos los comentarios luego de la eliminación, pendientes contándo los días para el próximo emocionados, así como hacemos con el fútbol, así como cuando finalmente tenemos a esa novia que siempre quisimos.
Fotos: Google.com